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A LAS OCHO EN PUNTO... ¡CLASE DE QUESOS!
Tenía que ser un día realmente especial: la escuela de Benjamín me había invitado a hablar de mi profesión de escritor… Pero aquella mañana las cosas parecían no querer ir por el camino adecuado, ¡empezando por el despertador, que sonó demasiado pronto! ¡Fue toda una aventura!