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ANCLADOS EN LA ESPERANZA
El piadoso Israelita esperaba en el Señor como el centinela aguardaba la aurora (Sal 130,6). Jesús es el Mesías esperado (Mt 11,3) y sus discípulos lo invocamos cada día con la última oración de la Biblia: “Ven Señor Jesús” (Ap 22,20). Sin embargo, la esperanza ha sido la menos estudiada de las tres virtudes teologales. Con su encíclica Spe salvi, Benedicto XVI la puso de actualidad para responder a la excesiva confianza en el progreso, al desaliento colectivo y a las ideologías modernas. Retomando la imagen del ancla, citada por la carta a los Hebreos (6,18-20), el papa Francisco, en la bula Spes non confundit ha presentado a la esperanza como símbolo y lema del Jubileo del año 2025. Este libro pretende evocar ese camino y ayudarnos a ser “peregrinos de esperanza”.