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ANNIE LEIBOVITZ. LOS PRIMEROS AÑOS. 1970–1983
Durante más de medio siglo, Annie Leibovitz estuvo tomando imágenes definitorias de la cultura contemporánea. Sus retratos de políticos, artistas, deportistas, personalidades del mundo de los negocios y de la realeza conforman una galería de nuestro tiempo que ha quedado grabada en la conciencia colectiva tanto por la singularidad de sus temas como por su estilo único e inimitable.
Publicado en colaboración con la Fundación LUMA de Arles, Annie Leibovitz - The Early Years: 1970-1983 regresa a los orígenes profesionales de la protagonista. El volumen arranca con un momento de revelación artística: la imagen tomada de forma espontánea que le hizo pensar que podía convertirse en fotógrafa y que la empujó a optar por esta disciplina en lugar de la pintura como eje principal de sus estudios en el San Francisco Institute of Art. A partir de aquella instantánea, esta colección de imágenes meticulosa y personalmente seleccionada, que incluye hojas de contacto y Polaroids, proporciona un vívido documento del desarrollo de Leibovitz como joven artista y del devenir de una época crucial.
Primero como colaboradora y luego como jefa de fotografía de la revista Rolling Stone, los reportajes fotográficos de Leibovitz cubrieron acontecimientos políticos, culturales y contraculturales como las protestas contra la guerra de Vietnam, el lanzamiento del Apolo 17, la campaña presidencial de 1972, la dimisión de Richard Nixon en 1974 y la gira de los Rolling Stones en 1975. Entonces como ahora, Leibovitz se ganó la confianza de los personajes más destacados. Las páginas de este libro rebosan de caras familiares, como las de Muhammad Ali, Mick Jagger, Keith Richards, Ken Kesey, Patti Smith, Bruce Springsteen, Joan Didion y Debbie Harry, así como John Lennon y Yoko Ono, retratados en el momento de darse su ahora icónico abrazo sólo unas horas antes de que Lennon fuera asesinado.
A lo largo de todo el libro, los retratos y reportajes se entremezclan con imágenes de automóviles y de conducción, e incluso con una serie de fotografías de policías de tráfico de California. En muchos sentidos, es una celebración de la vida en la carretera, de los ritmos frenéticos, los encuentros fortuitos y las oportunidades para la reflexión que todo ello brinda. Y con el meticuloso trabajo de archivo que hay detrás es también un homenaje a una época pasada, a unos años de cambios y a una Leibovitz que debutaba. Una colección de imágenes para reinterpretar su trabajo en profundidad gracias a la perspectiva del tiempo.