¿Dónde irá la vejez de los que marcharon pronto? Si las máquinas aprenden la mirada y el silencio, ¿quedará la poesía? El ser humano ha olvidado su origen, cada hoja es ausencia del árbol. Nos volvemos ausencia presente por costumbre. Solo una lengua desatada puede salvarnos. «La acertada cita inicial de Juarroz sobre el centro y la ausencia sitúa el lugar/no lugar (a la vez infinito y nada) del espacio (serio juego del tiempo: pasado, presente, futuro) en el que este libro de Beatriz Cerón se asienta. Un espacio cuya solidez tiene su base, por una parte, en un solvente ritmo sintáctico especialmente sostenido en poemas extensos (como el inicial), y, por otra, en el acierto de imágenes potentes que nos hablan de lo muy cercano: de la ausencia del contacto (“le falta el discurso de los dedos”), o de “la duda/ como horquilla clavada/ en esta ausencia”, o, en fin, de los colores que, desprovistos ya de lo concreto de un referente, configuran el simbólico cromatismo de lo ausente. Elementos, junto a otros, que van configurando la verdadera fuerza de un texto verdadero.» Sinopsis de Francisco Ruiz Noguera