Bajo el arco de las palabras es una reflexión poética sugestiva e inquietante en la que se ocultan vivencias, sensaciones, sueños y añoranzas. Es el tiempo que huye y nos consume lentamente. Denso y difícil, el libro nos conduce a lo largo del tiempo y un estremecimiento inevitable conmueve el interior de la cotidianidad en la que se desarrolla su lirismo. El poemario está dividido en dos partes bien estructuradas: «Sombras» y «Memoria». Esta división, aunque presente una intención convergente que se proyecta en su entorno, diferencia perfectamente las dos partes. «Sombras» es un llanto sobre la muerte, la muerte como una devastación incomprensible. Es la duda, el vuelo anhelado del espíritu, el miedo al abandono solitario. «Memoria» no es el contrapunto de «Sombras», sino la clara explicación de su profundidad. La memoria es sobre todo el nacimiento de la esperanza. Bajo el arco de las palabras deja en el lector atento un poso de añoranza tan humano que nos obliga a releerlo. Y para releerlo, y mucho más para recitarlo, hay que masticar sus palabras. Es una muestra impecable de nuestra poesía lírica actual.