Un día, Ana encontró en la playa una hermosa concha de caracol. Dentro había un pequeñín que lloraba y se agitaba. Ana le puso por nombre Hans y decidió cuidarlo como un hijo. Hans crecía, pero nunca se separaba de su concha de caracol… Esta es la historia de Hans, el niño-caracol, y de Ana, la mujer que lo crio como una madre, ayudándolo a superar las dificultades provocadas por su peculiaridad y a darse cuenta de que no era tan distinto a los demás. Una historia creada por Gracia Iglesias, con las evocadoras ilustraciones de Teresa Saco, que nos ayudará a reconocer nuestras propias corazas.