La Unión Europea es la innovación democrática más avanzada en el actual contexto mundial; sin embargo, la idea de una Europa unida hunde sus raíces en nuestra historia común. Sin duda, Carlomagno fue una de las principales figuras en impulsar la plasmación de la polis europea, pues durante su reinado parece que ya existía algún tipo de sentimiento de unidad o vínculo fruto de la unión de lo romano y lo germánico en el Occidente europeo. Entonces, ¿qué podemos aprender de Carlomagno que sea relevante para la Europa de hoy? Relanzó la administración cortesana e imperial; emprendió además una serie de reformas sociales, económicas y en la agricultura; promovió un sistema unificado de moneda, pesos y medidas; la protección de comerciantes frente a peajes excesivos, así como la revisión de contratos entre señor y vasallo para limitar los abusos a los campesinos. También contribuyó a un resurgimiento cultural, porque la cultura aparece desde el inicio como un vector relevante para la unidad europea. Con el fin de dar respuesta a estos y otros interrogantes, los textos de este libro surgen de las III Jornadas Carlomagno, celebradas en Gijón. Estas engloban un conjunto de de contribuciones que reconocen los valores culturales y sociales comunes de la Unión Europea y recuerdan la figura del emperador como “padre de Europa”.