Podría decir que este libro ha sido mi terapeuta durante un tiempo. Me ha dejado sentir todo de manera tan profunda y tan libre que he podido transformarlo en palabras escritas y soltarlo de mí. Como podrás sentir al leer Carne Cruda, a través de las situaciones cotidianas del día a día, he podido verme desde una perspectiva auténtica, para empezar a conocerme y aceptarme. Sin duda este ha sido un proceso duro y angustioso que comenzó con la renuncia y la negación a mi ser, pero que con el tiempo se convirtió en lo más liberador y naciente que he podido sentir nunca. Ese tránsito se muestra en la continuidad de este libro y en cada una de sus poesías. La fuerza y la esperanza nunca abandonan. Y el camino de cada uno está para transitarlo gozando de uno mismo y de aquello que nos encontremos en el camino. Por ello espero que encuentres un trocito de ti en cada poesía, y que al igual que yo, te conozcas y te quieras un poquito más. Siempre más.