«A través del análisis exhaustivo de diez películas seleccionadas del cine estadounidense, el autor nos descubre las relaciones entre el cine, moderno medio de control social al servicio de los intereses de los grupos socialmente dominantes, y la criminalidad. Esta última, casi siempre resultado de una serie de factores coadyuvantes, tales como: la pobreza, la desigualdad, la adicción a las drogas, la inexistencia de control de armas y la falta de políticas gubernamentales eficientes para la integración social de los colectivos más desfavorecidos. Cada capítulo estudia un filme y profundiza en un aspecto concreto del complejo fenómeno: el Vigilantismo, el papel del jurado en la Administración de Justicia, las perspectivas punitivas de la justicia en el futuro, la ciudad como elemento generador de delincuencia, la corrupción policial, la delincuencia organizada, la importancia del Abogado como garante de la justicia, la exaltación de la violencia en el cine, la visión sesgada de la inmigración y la delincuencia juvenil, y el racismo. Lo novedoso del enfoque metodológico empleado y la originalidad de la propuesta teórica añaden, sin duda, interés a este volumen.»