“Casi la totalidad de estos escritos aparecieron por primera vez en mi muro de Facebook, acompañados en la medida de lo posible (que casi siempre era mucha) de una eficaz y expresiva documentación gráfica: lo efímero también tiene sus ventajas y nobles atributos. Ni siquiera estos textos se encontraban en el interior de un blog. Para nada. Se lanzaban al espacio exterior, por así decirlo, en crudo, con la única defensa de una escritura sobre arte que había sido realizada (y pensada y teorizada) con la nobleza y el respeto que se merece todo aquello que motiva una concreta y deseada acción intelectual o discursiva”. (Luis Francisco Pérez)