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CUIDADO ESPIRITUAL DE LA PERSONA EN EL MARCO DE LA RELACION
Este libro da a conocer el estudio del significado del cuidado espiritual del enfermo. La metodología se ha llevado a cabo en el marco del “modelo de relación interpersonal entre la enfermera y la persona/familia cuidada”, de la Dra. María Isabel Saracíbar (2009), a la luz de la Antropología Trascendental del filósofo Leonardo Polo (1926-2013). Se trata de mediar al paciente para que enfrente su enfermedad y crezca como persona: aceptando, dando, siendo don, al alcanzar una adecuada satisfacción de sus necesidades espirituales con la ayuda del profesional de enfermería. La investigación ahonda en la continuidad existente entre el crecimiento humano y la humanización del sistema social, incluyendo su integración. Tal progreso personal está siempre sujeto a factores de contingencia y libertad humana, y al desarrollo o no de las virtudes. El cuidado de enfermería debe realizarse por tanto en base a la dignidad humana y el bien común, considerando el cuidado espiritual como fundamento del Proceso de Atención de Enfermería. La clave de este quehacer está en ayudar al enfermo a perfeccionarse como persona, a coexistir libremente, a conocer y amar, a reparar en su espíritu o núcleo personal; con esto el paciente podrá considerar su proyecto personal en el tiempo de enfermedad. Mediado por el cuidado espiritual de la enfermera, le será posible profundizar en el sentido de su vida y conseguir fortalecerse, factor muy positivo en la recuperación de la salud y/o la trascendencia hacia la eternidad. El estudio muestra la importancia de la espiritualidad entregando nociones esenciales de esta dimensión. La investigación sigue la huella clarificadora de lo que es la espiritualidad gracias a la base científica de L. Polo, y esta articulación favorece el encuentro de la enfermería con la antropología filosófica, basando el cuidado de la espiritualidad en la visión tripartita de la persona humana, del citado filósofo: naturaleza corpórea o “vida recibida”, esencia humana o “vida añadida” y acto de ser o “vida personal”. El anclaje interdisciplinario facilita a su vez la comprensión de que el hombre tiene una misión: seguir forjando ese ser personal que está llamado a ser. Las enfermeras, conociendo que la persona humana está dotada de cuatro trascendentales, perfecciones de su intimidad, espíritu o núcleo personal, pueden cuidar del paciente en circunstancias de especial padecimiento. Esta publicación corresponde a la tesis doctoral en Ciencias de la Enfermería de la Universidad de Navarra, “El Significado del cuidado espiritual de la persona, en el marco de la relación interpersonal entre la enfermera y el paciente” y fue realizada por la autora bajo la dirección de la Dra. María Isabel Saracíbar Razquin, profesora emérita de la Facultad de Enfermería, y del Dr. Juan Fernando Sellés Dauder, profesor titular de la Facultad de Filosofía y Letras.