Al leer la genealogía de Jesús recogida por el evangelista Mateo puede observarse que aparecen cuatro mujeres. Un hecho singular que no pasa desapercibido si tenemos en cuenta el contexto histórico-social en que fue redactado el Evangelio. Si ahondamos en la historia de cada una de ellas, podremos descubrir un dato que aparentemente se presenta como desconcertante: ninguna de las personajes mencionadas era judía, y entre ellas se encontraba además, una mujer que, según el texto bíblico, era prostituta: Rajab. La paradoja no se queda ahí; pues esta mujer extranjera es precisamente la que ayuda a los israelitas a conquistar el país donde habita, Canaán, la ansiada Tierra Prometida. Estos datos, que podrían ser interpretados fácilmente como escandalosos, inducen a pensar que dicha figura gozó de una significativa importancia en la antigüedad. La presente obra se centra precisamente en esta mujer e intenta descubrir qué le ha hecho relevante para que haya gozado de consideración en la literatura judía y cristiana, llegando incluso a presentarse como un prototipo de creyente y a ser insertada en la genealogía de Jesús. Para responder a estos interrogantes realizaremos un estudio del texto bíblico utilizando el método narrativo, desarrollado especialmente a partir de la década de los 80, con el que el propio texto adquirirá valor en su misma unidad, frente a la fragmentación llevada a cabo por otro tipo de métodos posibles para realizar el estudio de textos.