Haz clic en la imagen para ampliarla
DE UNA LUZ NUEVA
Los poemarios suelen ser una colección de poemas que el autor recoge bajo un título. La unidad entre ellos suele ser, todo lo más, o de tono y actitud, o de temática. El lector elige leer en el orden que quiera. Nada parecido a una sinfonía, en la que no se puede alterar el orden de los movimientos sin alterar el sentido global de la pieza. Ese orden es su ritmo. Este libro es uno de los extraños poemarios que tiene ritmo. El "andante" de esta obra, después de unas pequeñas vueltas sobre lo mal que está el mundo, nos habla del amor. Pero, sobre todo, del desamor: un amor gozado, un amor perdido en el dolor. ¿Quién se atrevería hoy a homenajear a Picasso, a Brahms, a Dostoievski sin caer en el ridículo? Agustín Bilbao dedica su "scherzo" a estos y otros muchos prohombres, sin caer en él. Porque no los homenajea: son, simplemente, su compañía, sus compañeros de viaje. Los poemas que les dedica están llenos de admiración y de gratitud. Y recuerdo que Agustín es pintor. Y se le nota: no hay experiencia y emoción e idea que no tenga en su pluma un color. José Ramón Arana.