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DESIGUALDAD REAL Y CONSTITUCIONALISMO CRÍTICO
La desigualdad existe siempre en el capitalismo que se construye sobre ella y necesita reproducirla de forma ampliada. Pero en la actual fase del capitalismo financiarizado y crisis económico-sanitaria, alcanza un grado tal que amenaza la estabilidad del sistema y sume en la infelicidad a las grandes mayorías sociales. Ante esta realidad, el Derecho permanece en buena medida “ajeno”, imposibilitado de actuar ( junto a otros factores de “Poder”) al permanecer preso de una dogmática positivista y, por tanto, endógena. En relación con ello, el objetivo del constitucionalismo crítico es doble: de una parte, introducir la desigualdad en el Derecho a través de una dogmática jurídica (constitucional), crítica, no positivista y exógena; de otra, actuar frente a la opacidad (a la que contribuye el formalismo del Derecho y su complejidad) de la era digital y la sociedad en red, mediante un programa “real” que supere las medidas que, intrasistema, solo tratan de funcionalizar la desigualdad en un continuado proceso constituyente. Todo ello, teniendo en cuenta que, junto a la relativa crisis de globalización, el Estado y el espacio intraestatal se revalorizan como lugares para el cambio y, en consecuencia, “el constitucionalismo en un solo país”.