El alcaudón que habló con un juez y seis fantasías más Relatos Este libro es un conjunto de siete relatos autoconclusivos, sin nexo argumental entre los mismos. En cuatro de ellos el factor fantástico es el predominante: «Intriga Circular», «Panteritas o casi», «El alcaudón que habló con un juez» y «Un súcubo de ébano». El primero de ellos habla de una transformación física y esencial del protagonista que le lleva —a su pesar— a un tiempo circular; el segundo tiene un toque de parodia y es una reflexión irónica sobre las mentiras y omisiones con las que los políticos, historiadores y periodistas intentan que comulguemos; «El alcaudón que habló con un juez» es una fábula en la que un animal descubre hasta qué punto o no es responsable de sus actos. El último de este grupo es una crítica al racismo y a la espiritualidad mal enfocada y en él, un erudito comprueba cómo un sueño recurrente se entrelaza con un negro café solo y un —no tan misterioso— manuscrito. Los otros tres relatos podríamos definirlos realistas aunque en «Retrato institucional» el realismo mágico sobrevuela el argumento; «La escritura» es una minúscula muestra de lo que ocurre cuando vivimos conforme a los deseos de otros creyendo que son los nuestros. Para finalizar, en «Ruptura Tentada» queda patente que los seres humanos perdemos la conexión con el presente a medida que nos hacemos mayores y vivimos en el pasado y el fututo mientras que el presente es el mundo de los niños y eso les hace, a veces, ser más racionales y maduros.