Haz clic en la imagen para ampliarla
EL COLOR DE LOS ÁNGELES
Un día de enero de 1682 Bartolomé Esteban Murillo cae desde el andamio en elque pinta un cuadro. Obligado al reposo, se refugia en el recuerdo de su vida remontándose a su niñez y adolescencia en la aún poderosa Sevilla, ciudad que poco a poco entrará en su decadencia, asolada por las riadas del Guadalquivir o por epidemias como la de la peste en la que el pintor pierde a tres de sus hijos. Una Sevilla devota y lujuriosa, que se disfraza de la falsa alegoría de su glorioso pasado.
Murillo, pintor de Inmaculadas, santos y milagros, también será el favorito de acaudalados mercaderes y aristócratas caprichosos. El mejor pintor de ángeles que se verá envuelto en un turbio asunto que descubre el lado lúbrico y secreto de una Sevilla contradictoria.