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EL COPISTA DE CARTHAGO
Siendo apenas un niño, Craso es rescatado de la cárcel para trabajar en una villa. Allí conoce la literatura. Y el amor por los libros le lleva a recorrer el Mediterráneo: Corinto, Alejandría, Gades… En Carthago encuentra el amor y se hace cristiano. Sobrevive a la persecución del emperador Diocleciano y está presente en la lucha contra las primeras herejías. Decepcionado por la división y el enfrentamiento, se retira a la Tebaida. Lo que descubre allí da sentido a su vida.