Haz clic en la imagen para ampliarla
EL CRIMEN OCULTO
La entidad cuantitativa del crimen de violencia sexual contra las mujeres en el conflicto armado de El Salvador (1980-1992), en la experiencia del Tribunal Internacional para la Aplicación de la Justicia Restaurativa 2009-2019, nos enfrenta a la evidencia de un crimen oculto de espectro impresionante, que bien pudo afectar a millares de mujeres salvadoreñas, consideradas enemigas por los agentes del Estado antes y durante el conflicto armado. Estos crímenes de violencia sexual ejecutados de forma selectiva o indiscriminada contra las mujeres salvadoreñas por los agentes del Estado, antes y durante el conflicto armado, forman parte de la táctica de guerra que ideó y ejecutó un ataque generalizado y sistemático contra la población civil salvadoreña, que por su naturaleza, introduce en la perspectiva general del conflicto armado, tal y como es hasta ahora conocida, la evidencia demoledora de una práctica machista, criminal y genocida contra las mujeres, por parte de los agentes del Estado, con la que se pretendió deliberadamente, el ejercicio de una especie de violencia vicaria, para castigar al enemigo insurgente y a la población campesina simpatizante con este, añadiendo al exterminio, la degradación y deshumanización de las mujeres no combatientes y sus familias. Esta dimensión comunitaria o colectiva del crimen, muy presente, como veremos, en el conflicto armado de El Salvador, permite también adoptar una perspectiva comunitaria o colectiva a la hora de determinar las medidas de reparación, que deberán abordar tanto el daño causado a las víctimas y sus familiares, como a la comunidad en que estas habitaban.