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EL GATO CON BOTAS
Érase una vez un molinero muy pobre que, al morir, dejó al menor de sus hijos tan solo un gato. Pero no era un gato cualquiera... Pronto descubrió el hijo del molinero la suerte que había tenido con ese gato, que, con un gran ingenio, logró que su amo se convirtiera en marqués.