Está dedicado a cuatro poetas que sacrificaron sus vidas en plena juventud en nombre de sus tiempos y de la poesía que creaban en una sociedad que no los entendía. La incertidumbre y el nihilismo como estados interiores y la sensación de vacío inundan el alma de estos jóvenes. Se consideraban desterrados, sueñan pero siempre se despiertan con amargura y les resulta imposible escaparse de la realidad. Los poetas de la "generación decapitada" no formaron nunca un grupo verdadero, no eran conscientes de ser parte de una "generación", pero sus poesías expresan un talento excepcional que la sociedad no ve, un grito desesperado que nadie escucha. Sus vidas son breves pero representan un trampolín para las futuras generaciones de escritores ecuatorianos. En estas páginas emergen poemas inéditos, composiciones raras, versos que emocionan, regalan escalofríos y tristeza pero revelan almas sensibles y talentos peculiares que merecen atención y reconocimientos. Este trabajo intenta rescatar estas voces para que no se condenen al olvido y para que, a la hora de dar un bosquejo de los alcances del movimiento modernista en los países hispanoamericanos, se pudiera dar luz a cuatro nombres ecuatorianos: Arturo Borja, Ernesto Noboa Caamaño, Humberto Fierro y Medardo Ángel Silva.