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EL NIÑO QUE VIVÍA CON LOS AVESTRUCES
La madre de Hadara pierde a su hijo de dos años en el desierto en medio de una tormenta de arena. Todo el mundo cree que el niño ha muerto, pero es recogido por un grupo de avestruces que lo crían como a uno más de su especie. Pasado el tiempo, el muchacho será avistado por un cazador blanco, que intentará capturarlo, y por miembros de su pueblo, que serán los que le devuelvan a su hogar, donde las dificultades para adaptarse serán muchas.