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EL PALACIO DE CAPITANIA DE ZARAGOZA
Cualquier zaragozano al que se le pregunte si sabe dónde está el Palacio de Capitanía, seguramente conteste sin dudar, ya que el edificio que antaño albergara la residencia del capitán general de Aragón, es junto a otros como la vieja Facultad de Medicina, el Ayuntamiento, o la Lonja, uno de esos edificios singulares que forman parte no solo del patrimonio artístico de una ciudad, sino de algo más: ese conjunto de lugares comunes con los que la personalidad de una ciudad se construye y que a fuerza de cotidianidad se han incrustado en el ser y sentir de sus habitantes. Para conocer el Palacio de Capitanía es preciso en primer lugar entender la ciudad en la que surge, la sociedad que lo rodea, la Zaragoza que aún marcada con las cicatrices que los sitios dejaron en su piel urbana, quiere cicatrizarlas de la mano de una burguesía que desea convertirla en una ciudad que mira al futuro, orgullosa de su pasado. Aquella que quería transformar la glorieta en la que el palacio se instaló, en el «barrio más bonito de España».