El silencio habló es una apuesta arriesgada y valiente donde, a través de la expresión poética, se reflejan diferentes reacciones cuando se desmoronan los cimientos que creíamos firmes. Para ello, se parte de la caída hasta el ascenso a través de dos partes: Nervios subterráneos, donde subyace lo que nos duele y nos hace sentir frágiles, y Fuego hirviente, que muestra aquello que nos emociona y nos lanza a la aventura de nuevos retos. De este modo, a lo largo del poemario se abordan desde las situaciones más cotidianas, tales como desencantos e inseguridades, hasta diferentes estados de cuestionamiento profundo, que afectan al modo de vida y a la propia identidad. «Un libro muy hecho, con unidad de tono y de lenguaje, con clima interior, bien escrito y con un absoluto dominio del ritmo en una escritura basada en la confidencia y, por ello, también en la modulación del estilo coloquial. Lo que no es fácil.» Jaime Siles