Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
9788410120204

Haz clic en la imagen para ampliarla

DATOS

EAN: 9788410120204
Páginas: 116
Número en la colección: 4
Encuadernación: Cartoné
Tamaño: 170mm X 240mm
Peso: 343 gr

EL TEATRO EGIPCIO

En stock

Disponible en 24/48 horas

32,00 €

30,40 €

Cuando hablamos de teatro egipcio, como cuando hablamos de cuento, poesía lírica o literatura sapiencial de cualquier cultura más o menos remota, lo hacemos aplicando términos propios de nuestra crítica europea a regiones y épocas que no tuvieron por qué compartirlos, y que, en muchos casos, incluso desconocieron palabras equivalentes. Por tanto, tenemos que definir, en primer término, el sentido que vamos a dar a la palabra “teatro” en el presente libro. Si abrimos el diccionario de la Real Academia, hallamos que “teatro” es, o bien un espacio destinado a representaciones ante un público, o bien la práctica de la propia representación, o bien un sinónimo de “literatura dramática”. Por tanto, la palabra “teatro” se relaciona directamente con las ideas de representación, drama y literatura. “Representar” es “recitar o ejecutar en público una obra dramática”; un “drama” es una “obra literaria escrita para ser representada”, y la “literatura” es el “arte de la expresión verbal”. En una palabra, el teatro es un espectáculo donde alguien recita o verbaliza, ante unos espectadores, un texto -escrito o transmitido oralmente- que se ha compuesto para tal fin. Sin embargo, todos sabemos que, en la práctica, el teatro tiene unos límites mucho más imprecisos: incluimos en el ámbito teatral, por ejemplo, actuaciones mímicas, que nada tienen de “literarias”, puesto que son mudas por definición, o incluso espectáculos musicales, y damos por supuesto que las representaciones pueden tener lugar en cualquier espacio -por ejemplo, una plaza pública-, aunque no haya sido pensado para ellas. Por tanto, a la hora de abordar el “teatro egipcio”, debemos intentar, desde el principio, aceptar fórmulas particulares de un mundo remoto, amoldando a ellas nuestros criterios. Añadamos, antes de comenzar, una simple advertencia: como el teatro de todas las culturas y épocas, el egipcio es siempre un arte efímero: los espectadores asisten, e incluso pueden colaborar con los actores, pero, normalmente, no queda constancia plástica de la representación. Por tanto, resulta inútil buscar pinturas o relieves que nos muestren la acción en cuanto escena teatral, salvo en casos aislados y discutibles. Lo único que podemos hacer es evocar las figuras de los personajes que protagonizan las obras, casi todas ellas de carácter mitológico.

Productos Relacionados:

9788416503216

9788418679056

9788412755305

9788412160659

Categorías