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EN SU PROPIO GRIS
«El presente poemario, diré que es sencillo, complejo y brillante, como las palabras que surgen del alma de la poeta. La autora sale a la calle, con nueve años, como gato de acera, con los libros bajo el brazo, con muchos días para no olvidar. Escribe sobre palabras sucias, palabras negras que hablan entre el aire que respira. De cómo camina con nieve bajo los tejados mientras ve pájaros buscando su comida diariamente entre chirridos oxidados de desolación blanca, donde durmientes aguardan disimuladas entre los cepos, las migas acres que se pegan a sus picos entre sorbos de un cáliz color azucena. Habla de Tobarra y el rugir de sus tambores, de la alegría y estruendo, escaparate para la memoria infantil, del miedo y de cómo los pájaros enmudecen cuando el silencio deja de latir. Anda sobre los patios de la calle Joaquín Velasco que huelen a fiesta de pájaros fritos. Lola habla del amigo dolor, ese de carne y hueso, amante febril, un aquí, un allá, carcelero que no duerme, de un Quasimodo que hechiza la piel». Texto de contraportada de Maruxa Duart.