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FABULAS COMPLETAS
Recuperamos esta preciosa edición de las fábulas completas de Esopo a cargo de Clara Campoamor, quien realizó una notable labor de traducción y nos regala un prólogo prodigioso. Esopo es el fabulista por excelencia y de él beben La Fontaine y Samaniego y a él debemos las fábulas ya universales de la cigarra y la hormiga y la de la zorra y las uvas. Aquí se recogen todas sus fábulas esópicas al completo con Clara Campoamor como excepcional maestra de ceremonias. Ahora, a la debida distancia y gracias a la edición o reedición en marcha de toda su obra escrita, podemos realmente empezar a valorar la figura de Clara Campoamor en toda su admirable complejidad. El feminismo y la política no son las únicas facetas que pueden destacarse en ella. Sus ensayos biográficos sobre Concepción Arenal, Sor Juana Inés de la Cruz y Quevedo, así como sus artículos de carácter periodístico, histórico, biográfico o jurídico (que van siendo poco a poco reunidos por Beatriz Ledesma e Isabel Lizarraga y Juan Aguilera y publicados en esta misma editorial) tienen también un notable interés. Pero tampoco debiéramos olvidarnos de sus traducciones para editoriales españolas y argentinas. En 2019 rescatamos en nuestra Biblioteca de la Memoria su traducción del muy reconocido Diario íntimo de Henri-Fredéric Amiel y presentamos ahora esta muy poco conocida versión de las Fábulas de Esopo (1949), obra editada en los duros años de su exilio en Buenos Aires. A.L. Esta edición de todas las fábulas esópicas traducidas y editadas por la polifacética Clara Campoamor será un verdadero deleite para niños y adultos. Esopo nació, según Plutarco, hacia el año 620 antes de Jesucristo, sin que se conozca con certeza su patria de origen, pues en tanto según Heráclides de Ponto nació en Tracia, ello obedece a su compañía con Rodopis, y para muchos más, entre ellos Himerio, Libanio y Suidas, era frigio, nacido en la villa de Amórium, mientras que Herodoto calla acerca de este extremo, y un personaje del citado Suidas le dice también nacido en Mesembria, en la Tracia. Se conoce por todos a Esopo como esclavo de Iadmón o Xanto, y que fue contemporáneo y compañero de esclavitud de Rodopis, que vivió bajo el reinado de Amasis. Al servicio de Iadmón adquirió Esopo una notoria reputación inventando y recitando fábulas o apólogos, costumbre que le hizo muy popular entre los griegos y le atrajo el afecto de los unos y el rencor y la ira de los más. Bajo el poder de su amo Iadmón, vivió en Samos, siendo considerado y respetado, y gozando en la casa de un lugar intermedio entre el amigo y el pariente. Después pasó a prestar servicios al rey Creso, el cual le envió a Delfos con ofrendas para el dios Apolo, y cuando cumplía esta misión ocurrió el incidente que transcribe Herodoto, que costó la vida a Esopo, víctima del rencor de los sacerdotes por él zaheridos y que de manera tan alevosa tramaron la traición que le hizo condenar erróneamente como autor de robo sacrílego (Clara Campoamor). Clara Campoamor (Madrid, 1888-Lausanne, 1972) es sin duda una de las figuras más destacadas, pero de las menos reconocidas, de la historia de España del siglo XX. En 1931, su viva e insistente pero no siempre bien comprendida campaña a favor del voto y los derechos de la mujer tuvo una importancia decisiva. Durante su exilio de diez años en Buenos Aires se dedicó a la traducción literaria y colaboró con cierta asiduidad en periódicos y revistas. En Espuela de Plata han aparecido seis ediciones de sus impactantes memorias de la Guerra Civil: La revolución española vista por una republicana (2018) y El pensamiento vivo de Concepción Arenal (2013).