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HISPANIA
Hispania, año 76 a. C. El general Quinto Sertorio se ha sublevado en Hispania contra el senado de Roma. Este, después de múltiples derrotas, decide enviar en ayuda de Cecilio Metelo, procónsul de la Hispania Ulterior, al laureado Cneo Pompeyo Magno para sofocar la rebelión. Kalaitos es un celtíbero enrolado en las legiones de Sertorio. Tras realizar una arriesgada misión de espionaje en la ciudad de Emporion —reducto de las tropas senatoriales—, el joven soldado es hecho prisionero, aunque pronto logra escapar acompañado de Asiris, una princesa ibera también cautiva. Sin embargo, el ansiado reencuentro con el general Perpenna, lugarteniente de Sertorio y encargado de impedir el cruce del río Hiberus a los ejércitos de Pompeyo, se convierte en una decepción: este se muestra remiso a enfrentarse en campo abierto al militar más laureado de mundo, y prefiere emprender un vergonzante repliegue hacia el sur siguiendo la costa del Mare Nostrum. Consciente del peligro, Quinto Sertorio acudirá con sus legiones desde la Celtiberia, alcanzando a las tropas exhaustas y desmoralizadas de Perpenna a la altura de Lauro, fortaleza edetana que se niega a abrir sus puertas a los fugitivos a pesar de haber jurado fidelidad al general rebelde. Cneo Pompeyo Magno no desaprovechará la oportunidad que le brindan sus nuevos aliados y se aprestará a atacar. A pocos pasos de unas murallas repentinamente enemigas, Kalaitos está a punto de tomar parte en la primera batalla campal de su corta vida, y quizá la última. Solo un general loco entablaría combate cuando la retaguardia de su ejército también queda comprometida. Y, además, Cecilio Metelo podría presentarse en cualquier momento desde el sur, cerrando definitivamente la ratonera.