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ICONOFAGIAS
Un diccionario fundamental contra el ruido y la indigestión que genera la avalancha iconográfica de la cultura contemporánea.
Con las cámaras de los teléfonos convertidas en apéndices humanos generamos muchas más imágenes de las que podemos consumir, imágenes que nos someten y ante las que, a veces, no queda más que sublevarse. Imágenes que nos degluten y a las que de vez en cuando conviene deglutir. Imágenes que, bajo la alfombra inabarcable de las millones de reproducciones, casi siempre nos ocultan los imaginarios de esta era, que empezó con la nueva derecha poniendo a volar la cabeza sin cuerpo de Lenin sobre el cielo de Berlín y se alarga hasta un presente en el que la nueva izquierda ha echado a cabalgar el cuerpo sin cabeza de Franco en el suelo de Barcelona.
El ensayista Iván de la Nuez define esta omnipresencia como «iconocracia», un término que afianza la tiranía de la imagen pero que, al mismo tiempo, nos permite contrarrestarla. Y es que, sin negar esa ubicuidad opresiva, la apoteosis iconográfica puede entenderse también como un ecosistema de poder y contrapoder, un juego de gobierno y oposición en el que cabe la vomitona radical de la iconoclasia pero también la digestión crítica de la «iconofagia», concepto que han compartido Norval Baitello o Alfonso Morales y que ahora da título a este diccionario que se propone como una sola trama y en cuyos capítulos brillan con luz propia voces e imágenes.
Sobre el autor y su obra la crítica ha dicho:
«Iván de la Nuez es un francotirador que lleva veinte años publicando ensayos que son hitos de una exploración coherente y original del medioambiente simbólico contemporáneo. (...) Y lo hace con una escritura rigurosa pero también accesible y divertida».
César Rendueles, Babelia
«De la Nuez es un paria de largo alcance. (...) Pero el autor cubano no va con brújula. Como los parias, como los nómadas, se moja el dedo para detectar el sentido del viento y prospectar el camino del globo. Donde el globo quiera. Donde el viento dicte. De la Nuez, nacido en La Habana, habitante del mundo, vuelca su víscera en cada página (...)».
Franco Chiaravalloti, Revista de las letras
«Sus libros no se suceden como variaciones de un mismo libro, a la manera de tantos ensayistas, ni tampoco como aplicaciones locales de un canon intelectual propio. (...) En realidad, la metáfora más útil -tal vez la única- para describir la escritura de Iván de la Nuez es la metáfora cartográfica».
Javier Calvo, Letras Libres
«Hay que disfrutar en de la Nuez (y esto es algo que lo separa de otros intelectuales cubanos contemporáneos suyos más graves), eldescarnado humor, la propensión crítica a salar las cosas, invadir el discurso: darle sabor, darle swing».
Alfredo Triff, Tumiamiblog