Los mapas son el tema central de la cartografía y las lecturas que pueden tener no son pocas. A través de un territorio pueden ser la brújula de nuestros pasos, al tiempo que nos informan, a través de los adornos, de los movimientos artísticos que han prevalecido en cada época. Son, además, bellos testigos de los avances científicos, al ser representados, si se atiende a la mayor o menor precisión que tienen los espacios, las costas, los ríos y las montañas, las ciudades y los campos. Por otro lado, muestran elementos de la cultura de la gente local y sus inquietudes religiosas o administrativas. Reflejan, en definitiva, las relaciones del poder político. Pues bien, la cartografía que recogemos en esta obra representa a Euskal Herria - Baskonia en el curso de la historia. Cualquier pueblo, nación, estado o comunidad del mundo que vive en un determinado territorio tiene una gran celebración que se haga público por primera vez un atlas con su cartografía histórica. Nosotros, sin embargo, uno de los pueblos más antiguos de Europa, aún no teníamos atlas. Esta colección de mapas representa nuestro territorio, pero también a nosotros, sus habitantes. Nos da una idea de cómo nos han visto, o cómo nos hemos querido ver, cuáles han sido nuestros intereses, y cuáles son hoy, y hasta dónde nos han traído las vicisitudes de la historia.