Las almas de Heráclito que se evaporan, las teorías del amor de Ficino, Castiglione o Stendhal, el kolpós de Homero, los robles junto al Eresma cuyas raíces se unen bajo el suelo, la leyenda de Tristán e Isolda... no son sino el fermento del que surge en este libro una peculiar visión de las cosas. En el libro encontrará el lector intuiciones de paisajes, haikus que condensan un instante o acotan un ideal, versos libres y, sobre todo, sonetos, en los que se habla del amor y su concepto, de la paternidad, de la creación artística o de mitos y conceptos griegos. El libro finaliza con los «Nueve sonetos de Tristán». Y siempre con un estilo que podría llamarse romanticismo elegante.