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LA BALA QUE LLEVO ADENTRO
En tiempos de transversalidades, autopercepciones e indagaciones autorreferenciales, en una época de pandemia de autores que confunden sus ombligos con el Aleph de Borges, el ávido lector de novela negra encontrará por fin, en La bala que llevo adentro, dónde saciarse. Una historia de verdad oscura, la disección de una sociedad cadavérica, revulsiva, que resiste toda armonía, que rechaza los cánticos angelicales y se regocija en los alaridos del infierno. Como un Dante moderno, Gustavo Abrevaya invita a trasponer las puertas condenadas e internarse en una trama de venganzas y desencuentros, donde la violencia es el río subterráneo, el basural a cielo abierto y las cloacas en las que abrevan personajes demasiado reconocibles en la historia reciente, demasiado nuestros como para ignorarlos. Una vez más y gracias al talento del autor de El Criadero (Premio Boris Spivacow), la literatura nos rescata de las sombras y nos compensa con novelas de alta calidad y belleza de estilo, como ésta que firma Gustavo Abrevaya. La bala que llevo adentro es una experiencia lectora atrapante, adictiva, un placer que perdura más allá de la última página. Guillermo Orsi