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LA ESTUPIDEZ DE CREERSE A SALVO
La estupidez de creerse a salvo pretende golpear conciencias sin ira y sin ensañamiento, las de todos lo que, desde una normalidad acomodada, creemos que algunas cosas solo les ocurren a los demás, nunca a nosotros mismos. Un error común, ese autoengaño al que nos aferramos para no tener que profundizar en lo que acontece a nuestro alrededor, para no tener que atender más que a lo fácilmente previsible. Los relatos que componen este libro están protagonizados por humanos con familia, trabajo, ilusiones y expectativas. Humanos de esos que nos empeñamos en llamar normales, como cualquiera de nosotros los que nos creemos a salvo. Y precisamente esto es lo que produce inquietud, ya que obliga a reflexionar sobre la indeterminación del destino. Descubrir nuestra vulnerabilidad, averiguar que no somos capaces de mantener todas las facetas de nuestra vida bajo control, percibir con nitidez que siempre van a existir circunstancias imposibles de prever, puede hacernos perder pie, provocarnos miedo e inducirnos a vivir sin pararnos a pensar con el fin de preservar esa ilusoria y endeble tranquilidad. Así, cuando hechos, comportamientos, conductas, situaciones que observamos en otros, chocan con la idea de normalidad que hemos asumido, preferimos determinar que “ellos” estaban predestinados a caer al vacío porque sus vidas no eran normales y, con ello, tranquilizamos nuestros espíritus, creyéndonos a salvo.