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LA GENTE DEL 98 ANTE EL FLAMENCO
Circula la idea de que la gente del 98 odiaba todo lo que sonara a flamenco y, especialmente, todo lo que sonara a cafés cantantes. Pero esto fue así sólo en parte, pues el tratamiento que estos autores dieron al flamenco no fue ni mucho menos uniforme, un hecho que constituye otro de los equívocos frecuentes. No existe pues una postura noventayochista como tal. Algunos escritores, jóvenes entonces, fueron aficionados al flamenco; otros, al cuplé; otros, a la danza española, etcétera. Muchos de ellos, por ejemplo, escribieron incluso letras de coplas. La actitud antiflamenquista, cuando la hubo, no fue contra el propio arte flamenco, que la mayoría no conocía, sino contra el «tipo» flamenco, el personaje llamado «flamenco». "La gente del 98 ante el flamenco" estudia la incidencia y el tratamiento que tuvo el flamenco en la obra de los escritores españoles nacidos entre 1860 y 1875, sin distinción de ideología política, condición social, creencia religiosa o corriente filosófica que siguieran. Autores tan relevantes como Unamuno, Baroja, Blasco Ibáñez, los hermanos Machado, los Álvarez Quintero, López Pinillos, Arturo Reyes o Pérez Lugín, por citar sólo algunos, plasmaron sus ideas sobre el flamenco, y lo que había en torno al flamenco, en textos significativos y que retratan a la perfección la mentalidad de aquellos intelectuales. La mayoría de esos textos están aquí recogidos, por lo que este libro también puede leerse como una antología de poesía y prosa referida a un arte justo en el momento en que acababa de tomar forma.