María Zambrano es una inagotable fuente de conocimiento acerca de «la realidad de la entraña» y es en esa realidad en la que el libro busca sumergirse penetrando «cada vez más hondo, más adentro en la espesura». Trabajar con la materia inconsciente requiere descender a lo más hondo de nuestros inferos, tarea a la que también Zambrano dedicó una parte importante de su vida y su obra. Es allí, en el fondo de la misma noche, en lo más profundo de la oscuridad, donde brilla una luz capaz de iluminarnos en la única aventura realmente importante, la del humano vivir. La luz de la oscuridad es, entonces, algo más que una bella metáfora, es algo que atañe a lo más esencial de nosotros mismos para poder llegar a ser aquello que como posibilidad somos. Siguiendo la estela de esa luz, veremos transitar por esta obra cuestiones esenciales en la obra de Zambrano abordadas con un enfoque diferente, el de una psicología que pretende no solo llevar conciencia a lo inconsciente sino descubrir las posibilidades ocultas que allí anidan y que están a la espera de ser rescatadas. Bajo esta óptica se analizará la razón poética como conjunción de los opuestos; el nacimiento del Ser; la piedad; el exilio como proceso de individuación; el claro del bosque como arquetipo del centro o la mística. Además, el vasto conocimiento de la autora acerca del mundo de los mitos nos ofrece unas sugerentes interpretaciones sobre el conflicto trágico y personajes de la tragedia como Edipo y Antígona, a los que Zambrano dedica en su obra una especial atención. También podremos aproximarnos a un interesante enfoque de la figura de Dulcinea interpretada como el arquetipo del ánima en Cervantes.