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LA SENDA DEL CRUZADO
El Cruzado despierta en una playa. No está solo, pero los que lo acompañan son cadáveres que se pudren en la arena y fantasmas que lo persiguen sin tregua día y noche. Está agotado. Apenas alcanza a ponerse en pie. No obstante, debe regresar a Nelvoria, su hogar. Allí le aguardan dos cosas. Por un lado, eso que llaman “El Castigo”, un horror sin rostro predicado por la secta El Sol Negro que ha dejado completamente confinada a la ciudad de Marsaskala, urbe santa y capital del Imperio Helshio. Por el otro, está ella, su amor y su condena. Tras haber cruzado el mundo junto a la Gran Marcha, auspiciada por el Sumo Pontífice de la Iglesia de El Nacido y por el emperador Odinel I, Abelot Marsaslok regresará a una tierra muy distinta de la que dejó atrás. Mientras trata de encontrar a los suyos entre los escombros y las cenizas del Imperio, no tardará en descubrir que el fanatismo religioso, la crueldad y El Castigo lo han sumido todo en una guerra civil en la que el nombre de Balkor, enigmático líder del Sol Negro, es susurrado en cada esquina de Nelvoria.