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LA SOLEDAD DE LOS INSTANTES
La VIDA tal vez se compone de una sucesión irregular de instantes, siendo éste la expresión más ínfima de esa idea universal y eterna alrededor de la cual gira nuestra vida: el tiempo. Pero añadimos a esa parte temporal ínfima algo que no otorgamos gratuitamente a otras porciones estandarizadas de ese concepto. Y ese añadido es la emoción, es el escalofrío, es en definitiva, el sentimiento que acompaña a cada uno de esos minúsculos instantes. Un instante ha de ser un fulgor, un acontecimiento. Una chispa que deje una marca indeleble en la memoria de nuestros corazones. Cada fulgor, cada chispa de emoción es única en toda su representación y existencia de manera que, ese instante mágico inicial también lo es: diferente, único… Solitario.