Haz clic en la imagen para ampliarla
LA TIZA DE ORO
La tiza de oro aborda la insatisfacción de no haber comprendido por qué seguimos repitiendo nosotros los métodos que llevan a repetir a tanto alumnado; o por qué no acabamos de ver que la heterogeneidad no baja nivel, sino que lo sube. Nos ocupa únicamente la preocupación de acabar bien los temas y examinar después, anhelando una objetividad sin imaginación. Hay en el libro una crítica a los opinadores que solo son capaces de aprender lo que ya saben, a los que nadan río abajo, seguros de que todo acaba en junio, cuando dan la nota. El buen maestro es como un concertista de jazz, que sorprende a cada paso. Por eso, se dice: “tiza de oro el día que consigas/ que en medio del concierto/ nadie piense en la nota/ que vas a dar después”.