El relato que estás a punto de leer se ha construido a través del diálogo tan abierto como crítico e (in)disciplinado que constituye -o debería constituir- cada acción intelectual. En este caso, y con el horizonte del Centenario del Concurso de Cante Jondo de Granada celebrado en 1922, hemos pretendido expandir, diluir y hacer derramar sus límites hermenéuticos y también políticos con la intención de componer un retrato colectivo, poliédrico y actual, con la intención de contextualizar y traer al hoy los ecos de eso que se ha dado en llamar lo jondo, un concepto de por sí difícilmente aprehensible. Es por ello que hemos distribuido los capítulos en tres bloques íntimamente relacionados entre sí: cuerpos remite a la lectura performativa del Concurso y a su (en)carnación, es decir, al proceso por el que un relato puede encuerparse y materializarse a través tanto de una posible propuesta coreográfica como de lo estrictamente sonoro; imágenes sigue este mismo camino aunque en el terreno de lo visual e iconográfico: lo vernáculo, lo popular y lo flamenco son categorías permeables y concurren hacia la configuración de un imaginario canonizado y al mismo tiempo continuamente pervertido; revelaciones nos aproxima a lo velado, lo oculto —y también ocultado—, lo que permanece en una penumbra quizás también deliberada pero que necesita de diálogo y encuentro entre lo jondo y jondista, lo masculino junto con lo homoerótico y lo gitano.