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LO MEJOR DEL CAMINO DE SANTIAGO. VÍA DE LA PLATA.
La etimología del nombre «Vía de la Plata» puede derivar del griego plateia, o del término latino lata, que significan ‘ancha’ y ‘llana’. Sin descartar estas y otras opciones, lo más probable parece ser que derive del término de origen árabe balata, con el significado de ‘enlosada’, ‘pavimentada’, ‘empedrada’ u otros significados semejantes. Esta calzada milenaria fue comenzada en época de Augusto, aunque no será terminada hasta la época de los emperadores de origen hispano Trajano y Adriano. Hasta el siglo V permaneció en óptimo funcionamiento, cumpliendo a la perfección con los propósitos para los que fue construida. Con la descomposición del Imperio Romano, la vía cae en un cierto abandono, hasta que en el siglo IX es utilizada por Ordoño I para asentar población en las proximidades de León, Astorga y, posteriormente, Zamora y Toro, en la línea del Duero. Durante el siglo X fue utilizada por los ejércitos de Abderramán III y de Almanzor en su expansión hacia los reinos del norte en campañas rápidas y devastadoras conocidas como razzias, que asolaron ciudades como León y Astorga. Ante la inseguridad que suponía desplazarse de norte a sur, los reinos cristianos optaron por desplazarse horizontalmente, comunicándose a través del Camino Francés. Sin embargo, la ruta sur no fue abandonada ni desatendida, ya que todos los años se producían importantes avances en la reconquista de los territorios ocupados por los árabes. En el siglo XI la Vía de la Plata comienza a mostrar cierta vitalidad, hecho que se intensificará en los siglos XII y XIII con la toma de importantes plazas como Córdoba o Sevilla. A lo largo del siglo XIII se va consolidando el dominio cristiano en las tierras del sur de la Península Ibérica, lo que permite el establecimiento de núcleos de población en todo el recorrido de la ruta. Pasado este momento de auge en el discurrir histórico, la ruta mozárabe del sur cae paulatinamente en el abandono. Durante el siglo XVI, con la llegada de las ideas del Renacimiento, el tránsito por este Camino decae porque ya no es un instrumento de transmisión de conocimientos tan intenso como lo era en épocas pasadas. Así permaneció durante siglos, hasta que en las últimas décadas del siglo XX se produjo un resurgimiento de esta calzada milenaria gracias al interés de asociaciones de Amigos del Camino diseminadas por todo el trazado y al apoyo económico de diversos organismos oficiales.