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LOS MORISCOS VISTOS POR GREGORIO MARAÑÓN
La expulsión de los moriscos —de los musulmanes que en España, entre 1500 y 1526, fueron convertidos al cristianismo forzándoles a bautizarse, y sus descendientes, denominados genéricamente desde 1540 «moriscos», que coexistieron con los cristianos viejos hasta su expulsión entre 1609 y 1614— fue un tema por el que se interesó reiteradamente Gregorio Marañón (1887-1960). Su primera referencia a él la hizo en 1936, en la biografía del conde-duque de Olivares; y la última, el año de su muerte, en el que se publicó póstumamente su obra sobre los tres Vélez. Bajo el título «Expulsión y diáspora de los moriscos españoles», dejó también concluido un texto, con notas, bibliografía y apéndice documental, descubierto en 1980, que fue publicado parcialmente en 1985, e íntegramente en 2004. Para la mejor comprensión de este libro de Marañón, Gil Cremades lo sitúa dentro de la interpretación que de la historia de España defendió Marañón en su amplia obra histórica nacional, que analiza a fondo siguiendo paso a paso su biografía. Elabora así un estudio crítico, argumentado, de la peculiar manera de escribir la historia que practicó Marañón, en el que no se encontrarán esas «admiraciones integrales» que tanto detestaba Ortega, para quien «la visión adorante es antihistórica». Visión crítica que no hubiera desagradado al propio Marañón, quien en su penúltimo prólogo escribió esto: «ejercer la maravillosa y fecunda labor de no estar lealmente conformes es el modo más jugoso y humano de convivir». Rafael Gil Cremades es jurista. «Premio Nacional Fin de Carrera», administrador civil del Estado, autor de artículos sobre temas de Derecho público y del ensayo «La imparcialidad en la función pública» (Editorial Reus, 2008).