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LOS ORÍGENES DE LA ANIMACIÓN JAPONESA
La productora Tōei Dōga, fundada en 1956 y actualmente conocida como Tōei Animation, es uno de los más importantes estudios de animación japoneses, lugar de formación privilegiado de los profesionales del dibujo animado y del surgimiento del anime. Su director, Hiroshi Ōkawa, que deseaba convertirla en el “Disney de Oriente”, enfocó su producción hacia los largometrajes para el cine, todo un desafío para una industria de la animación incipiente. Panda y la serpiente mágica (1958), primera película animada en color realizada en Japón, se convirtió en el portaestandarte de este proyecto. El modelo estadounidense se dejó muy pronto de lado, lo que permitió que emergiesen numerosas reapropiaciones e innovaciones técnicas, como El pequeño príncipe y el dragón de ocho cabezas (1963), Las aventuras de Hols, príncipe del sol (1968) y La isla del tesoro (1971). La presente obra explora la historia de esta empresa desde los meses que precedieron a su creación hasta la desaparición de su director histórico, situándola en el contexto de la producción cinematográfica nacional, pero también en el de las evoluciones sociales del Japón de entonces. Muestra cómo Tōei Dōga, a través de los altibajos sucesivos de su sistema de producción y su empleo de las técnicas de animación, puede ser vista como un laboratorio donde se elaboraron prácticas de animación conflictivas, pero aún hoy influyentes. Marie Pruvost-Delaspre es profesora adjunta en el Departamento de Cine de la Universidad París 8 Vincennes-Saint Denis. Sus investigaciones abarcan la historia de las técnicas y oficios del cine de animación en Japón y Francia. Ha coordinado varias obras colectivas, entre otras Archives et acteurs des cinémas d’animation en France (2014), L’Animation japonaise en France: réception, diffusion, réappropiations (2016) y Goldorak, l’aventure continue (2018).