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MI VIDA EN LA MALEZA DE LOS FANTASMAS
El escritor nigeriano Amos Tutuola en Mi vida en la Maleza de los Fantasmas (1954) se basa en narraciones tradicionales de la mitología africana para contarnos la aventura de un niño que debe enfrentarse solo a los fantasmas que habitan la impenetrable selva africana. Se adentra en un territorio poblado de seres que han fallecido a destiempo y que esperan que llegue su momento para trasladarse definitivamente a la tierra de los muertos. Son seres que conviven con los vivos, que hablan y poseen poderes mágicos y que perseguirán al joven durante su viaje, hasta que comprende que él también forma parte de ese mundo encantado y terrible. Pocas veces el lector occidental se enfrenta de forma tan descarnada e imaginativa a la esencia del miedo: el pavor del hombre solo en la naturaleza, del hombre postrado ante los dioses, convertido a su vez en dios y siempre dispuesto a impregnar su alma de nuevas creencias.