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MIMIZUKU Y EL REY DE LA NOCHE NÚM. 3 DE 4
Noches sin frío, mañanas sin hambre. Una dulce palmadita, todo. Toda la felicidad se encuentra aquí, o eso es lo que creía. Pero mi corazón está triste y me escuece. Recuerdos que he olvidado y sin embargo sigo buscando su rastro. ¿¡Cómo voy a olvidarte!?