Haz clic en la imagen para ampliarla
MISTERIO DE LA VILLA ROSA
El misterio de la Villa Rosa empieza con el señor Julius Ricardo veraneando en Aix-les-Bains. En una visita al casino, se encuentra con un joven inglés, Harry Wethermill, y Celia Harland, bella joven sin dinero de la que Harry está enamorado. Menos de cuarenta y ocho horas después, Harry pide ayuda a Ricardo. La patrona de Celia, madame Dauvray, tras una sesión de espiritismo, ha aparecido estrangulada, sus valiosas joyas han desaparecido y han hallado a su doncella atada y narcotizada. Celia parece haber huido y es la sospechosa evidente. ¿Quién asesinó a la rica Madame Dauvray y desvalijó su casa? ¿Qué pasó con la protegida de Dauvray, Celia, quien desapareció la misma noche en que murió la víctima? ¿Tendría algo que ver la joven con este horroroso crimen? Haciendo uso de su amistad, Ricardo convence a Hanaud para que intervenga en las investigaciones. At the Villa Rose (1910) está considerada por la crítica especializada como la primera novela policiaca moderna. La primera novela del inspector Gabriel Hanaud de la Sûreté de París, vuelve a las librerías. Una inmensa novela policiaca de la edad dorada del género, que consagró al autor de Las cuatro plumas. Alfred Edward Woodley Mason (1865-1948) ya era un autor de éxito cuando en 1910 decidió crear al personaje del Inspector Hanaud, de la Sûreté de París. Mason se había educado en Dulwich College y graduado en Oxford en el exclusivo Trinity College en 1888. Antes de convertirse en escritor, había sido actor –lo que le dio un sentido del escenario que bien puede explicar la adaptación de muchos de sus libros al teatro y a la pantalla–, y miembro del parlamento británico. Participó en la Primera Guerra Mundial como Capitán y realizó misiones para la inteligencia británica en México y en España. Fue un gran viajero, y sus experiencias las trasladó a sus novelas, haciendo verosímiles y fidedignas las descripciones de los lugares en donde se desarrollaban. Cuando en 1910 decidió crear al inspector Hanaud, ya había publicado varios de sus libros más celebrados, Miranda of the Balcony, The Truants, Runing Water y, por supuesto, la obra por la que será siempre recordado, The Four Feathers.