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MOSCÚ Y SAN PETERSBURGO
Moscú durante siglos fue capital de todas las Rusias, luego de la URSS y países satélites, y ahora de una Rusia emergente. Todo ese poso se revive paseando por sus calles y anillos en forma de grandes avenidas. De la antigua Rusia sobresale el enorme complejo del Kremlin. Del período soviético destacan, además de la plaza Roja, los rascacielos estalinistas llamados los Siete Hermanos más las estaciones de metro denominadas Palacios del Pueblo. Uno de los museos más importantes del orbe está en Moscú: la Galería Tetriakov. La ciudad en los últimos años se ha llenado de tiendas exclusivas, de clubes y restaurantes selectos. San Petersburgo al tener el más urbano y acompasado de los estilos arquitectónicos es casi toda ella un escenario histórico y una de las ciudades más bellas del mundo. Levantada por deseo de Pedro el Grande (s. XVIII), su traza viene definida por la huella neoclásica del arquitecto Rastrelli, por los canales y malecones del río Neva, por la incomparable Perspectiva Nevski llena de tiendas y por los suntuosos palacios de sus alrededores. En la fortaleza de Pedro y Pablo se visita el panteón de los zares y en el Ermitage una de las tres mejores colecciones de pintura del mundo