La búsqueda de la identidad queda marcada por agentes como la palabra y el cuerpo, de ahí que el yo se diluya buscándose constantemente sin reconocerse en las manifestaciones afectivas, relacionales y enfermas. Las palabras adquieren la corporeidad y la carnalidad de un cuerpo desposeído y manipulado por la otredad. Narrativas corporales presenta la pérdida del lenguaje y la resignificación del verbo que pueda contener la identidad desposeída. Con el fin de arraigar, de encontrar un origen, se busca el contacto con el mundo, se ahonda en lo táctil, en la manipulación de los cuerpos, en los referentes religiosos y en la intrahistoria. Pero las preguntas se suceden sin hallar una respuesta. A fin de cuentas, ¿qué sigues siendo yo?.