Haz clic en la imagen para ampliarla
NUNCA LA JODAS (TRILOGÍA NEGRA DE ESTOCOLMO 2)
En esta segunda parte de la Trilogía Negra de Estocolmo Jorge, Mrado y JW, los antihéroes de Dinero fácil, ceden la batuta a Mahmud, Niklas y Anders. Los bajos fondos de Estocolmo sigue siendo el escenario en el que sus protagonistas se mueven como peces en el agua entre maleantes, estafadores, mafiosos y ex convictos.
A Mahmud no le queda otra que acabar trabajando para el capo yugoslavo Radovan tras su paso por la cárcel. Niklas vuelve a casa de su madre después de unos difíciles años en Irak enrolado en una organización militar. Y Thomas Andrén se debate entre policía corrupto y delincuente de poca monta. Un caso de asesinato en el que hay más sombras que luces se convierte en una niebla que envilece las calles de la capital, y además hace que los protagonistas tropiecen con algo que podría resultar demasiado grande... Incluso para la propia Suecia: la muerte del primer ministro, Olof Palme.
Jens Lapidus vuelve a hacer uso de su maestría narrativa, con una prosa ágil y dinámica que ha conquistado de forma unánime al público lector y a toda la crítica de nuestro país, situándolo a la altura de otros genios de la novela negra, ya no solo nórdica, sino mundial, como Larsson, Mankell o Ellroy.
Reseñas:
«Una nueva voz que aporta solvencia narrativa, inteligencia en la creación de personajes y una inquietante verosimilitud. Otra instantánea perturbadora, acaso la más realista hasta la fecha, del antiguo paraíso nórdico zarandeado por la globalización criminal».
Lorenzo Silva
«[Dinero fácil la novela policíaca sueca más original publicada en la última década y el relato más documentado de los bajos fondos de Estocolmo jamás escrito».
Radio Euskadi
«Dicen que es el mejor entre sus compatriotas, no se inventa asesinos en serie ni extraños ritos criminales. Va al delito callejero más normal [...]. Menos fantasioso, más realista».
El correo español
«Lapidus lo que persigue es dejar al lector más perturbado al cerrar el libro que cuando empezó».
El Mundo