Jean Alexandr, para dar nacimiento a sus Oraciones colaterales, recoge elementos misteriosos, artísticos, desgarradores, mitológicos, simbólicos y los confecciona con rico y dinámico lenguaje que raya en la gruesa piel poética. No pertenece a la típica clase de poeta que compone en acto de arrebato inspirativo. Su poesía es, más bien, un proyecto paulatino, original y ambicioso que busca conectar dos esferas en pugna: la ética con la estética, y abrir así un nuevo frente poético con este, como diría el propio Alexandr, proyecto colateral, que queda reunido en esta obra única.