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¿POR QUÉ ME PIDO UN GIN-TONIC SI NO ME GUSTA?
A través del humor, esta novela refleja las preocupaciones reales de las treintañeras.
Cuando Olga sospecha ser alérgica a la maternidad, una crisis parece propagarse en todas direcciones. Los treinta y pico años que ella siempre había imaginado como horizonte de estabilidad comienzan a zozobrar y apenas sabe cómo ha sido.
Casi al mismo tiempo en que decide plantar al que parecía cumplir los requisitos de «hombre de su vida», su rutina laboral como reportera de televisión da un giro inesperado. La dirección del programa le encarga investigar la realidad más alejada de su talante urbanita: una serie de reportajes rurales en los que le tocará lidiar con el folclore de los pueblos, su gente y costumbres profundas.
Cada semana, el regreso al asfalto es un contraste: la berrea del ciervo versus el universo Tinder, la mariscadora con tres hijos frente a su amiga Berta recién separada, el paisano acostumbrado a la soledad y, en el extremo opuesto, Nico, su amigo más social y cultureta.
Por si fuera poco, entre viajes de trabajo, mudanzas físicas y emocionales, las relaciones de los miembros de la familia más cercana de Olga se enredarán hasta el punto de convertirla a ella en la llave para deshacer un gran entuerto de afectos.