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POR QUÉ PERDIMOS LA GUERRA
Un año después de la victoria del ejército sublevado, Diego Abad de Santillán (pseudónimo de Sinesio Baudilio García Delgado) publicó Por qué perdimos la guerra. Firmó el libro en Buenos Aires, el 5 de abril de 1940, alejado de España y de la contienda. Cerraba, así, varios años de intensa actividad y propaganda revolucionarias desde la dirección de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y la CNT. Se atrevía a plantear explícitamente, recién terminada la contienda, la pregunta que otros protagonistas del bando vencido se estaban haciendo y continuarían replanteándose. La misma cuestión que muchos historiadores aún se formulan: ¿Cómo pudo el Gobierno de la República, con casi todos los factores a su favor al estallar la conflagración las reservas de oro, la industria de armamento, la práctica totalidad de la Flota, casi la mitad de las Fuerzas Armadas y de Orden Público sujeta a su disciplina, perder la guerra? ¿Cómo no supo sofocar la rebelión en sus bases? Porque, salvo voluntario engaño, la intervención de las potencias extranjeras y la contundencia militar de los sublevados no explican por sí solas la respuesta. Como comprobará el lector, para el anarcosindicalista Abad de Santillán la explicación era sencilla, expresada en su estilo claro y contundente. La reedición de este clásico, tan polémico como honesto, es una revelación indispensable para comprender la historia de España, y una contribución inigualable a la historiografía de la Guerra Civil. «¿Qué causó la derrota de la República?» El autor alude a la conjunción de varias causas: La política de no intervención franco-británica, el intervencionismo soviético favorecido por Negrín, la obsesión de la República por el centralismo y, en menor medida, el desprecio de lo que él denomina la guerra a la española, es decir la guerra de guerrillas, por el ejército republicano...